Emprender en tiempos de crisis

Raquel Sola

Si Raquel Sola hubiese hecho caso a todo lo que le decían nunca hubiese creado el estudio de arquitectura Crux, junto a Alex García, su socio y compañero. Justo en el momento en el que estalló la burbuja inmobiliaria, Raquel estaba estudiando arquitectura. A pesar de no ser el mejor momento para lanzarse a emprender y menos hacerlo en un sector en crisis, lo tenían claro y decidieron apostar fuerte.

La jugada les ha salido bien. A día de hoy son los clientes quienes acuden por el estilo del estudio y sus proyectos aparecen constantemente en revistas de arquitectura. Sin embargo, el camino no ha sido nada fácil, sino que desde la línea de salida, ha sido empedrado.

Emprender en crisis

ARQUITECTURA

El primer día de carrera, un profesor nos dijo “si habéis entrado aquí para ganar dinero, iros, porque va a estallar una crisis”. Yo estaba en segundo o tercero cuando estalló la burbuja inmobiliaria. Fue un contraste muy fuerte porque cuando entramos era el boom, un montón de gente que quería estudiar arquitectura porque era una profesión que tenía muchas salidas e ibas a tener un trabajo asegurado cuando salieras. Pero estás formándote y de repente, explota, y nada de lo que tú te habías imaginado va a ser así. De hecho, quería hacer prácticas y no podía porque no ofertaban, los estudios estaban cerrando y no había trabajo.

CONCURSOS Y CASA 3X3

Durante la carrera ya nos presentábamos a concursos, estuvimos diseñando muebles con Nude, íbamos a ferias… Yo no recuerdo ese momento de ahora empieza Crux, era lo mismo pero preocupándome de presupuestos y demás.

Mientras estudiaba, solo tenía ganas de acabar para poder trabajar y dedicarme a aquello que me gustaba; pero sobre todo quería trabajar para mí. Cuando estuve de Erasmus prácticas en Chile, me di cuenta de que había dado mucho de mí en los proyectos y quería poner todo ese esfuerzo en proyectos propios.

Por suerte, nos encargaron la casa 3×3 en tercero de carrera. Un familiar de Alex nos contó que quería hacerse una casa, empezamos a hacer propuestas y les gustaron. Nos preguntaron que cuánto nos pagaban por las propuestas que les habíamos hecho, pero en ese momento no éramos ni arquitectos. Les dijimos que si esperaban a que acabásemos la carrera, seguiríamos trabajando en el proyecto hasta licenciarnos y podríamos encargarnos de todo el proceso. Pero cuando acabamos, nos faltaban muchas cosas por saber, sobre todo aquello que supone la profesión y decidimos asociarnos con Manuel Cerdà, un arquitecto y profesor de la escuela con el que habíamos hecho concursos.

Sabíamos que queríamos hacer esa casa, pero no cómo: ¿la firma Manuel Cerdà y nosotros trabajamos con él y tenemos esa experiencia? ¿o nos damos de alta y también somos parte del proceso? En lugar de gastar el dinero en un máster, decidimos invertir e ir probando, porque hay muchas cosas que no las hubiésemos aprendido en un máster. Pagamos colegiación, seguro de responsabilidad civil autónomos, etc., sin saber siquiera la continuidad que esto podía tener. Podíamos acabar la casa y acabar Crux, pero para mí eso ya era una formación brutal que nos llevábamos: trato con el cliente, dirección de obra…

«En lugar de gastar el dinero en un máster, decidimos invertir e ir probando».

Emprender por Raquel Sola
Emprender en el mundo de la arquitectura
Casa Jes Crux Arquitectos

EMPEZAR A EMPRENDER

Hablamos con un asesor fiscal del colegio de arquitectos y nos dijo que la mejor manera era que fuéramos autónomos, porque así podíamos dedicarnos a distintas actividades relacionadas con la arquitectura y facturarlas. Empezamos a hacer la casas, pero era un proyecto largo que tardó dos años en construirse, así que teníamos que buscar otras fuentes de ingresos más rápidos. Alex tenía la agricultura y yo comencé Take Away Architecture junto con Irene Reig, una compañera del Aula Emprende, la incubadora de proyectos de la UPV. Se trataba de un proyecto de maquetas.

Hicimos cursos, enseñábamos a hacer maquetas a alumnos, realizamos maquetas por encargo para profesores, arquitectos… Estuvimos mucho tiempo con Take Away Architecture, pero llegó un punto en el que tanto Irene como yo necesitábamos volcarnos en nuestros propios proyectos. Hubo un momento en el que nos planteamos dar un salto y lanzar el proyecto fuera de Valencia, pero había que hacer mucha inversión y tampoco era nuestro proyecto principal. 

Alguien me dijo una vez que…

«decidir es renunciar, y para poder darle un empujón a Crux, tuve que renunciar a Take Away Architecture».

Aunque esta frase es un poco contradictoria, ya que al inicio de emprender, no hay que renunciar, hay que intentarlo  todo. Nosotros al principio hicimos cálculo energético, legalizaciones, trámites burocráticos… Al principio lo haces todo, aunque no te acabe, porque te da dinero, pero luego eso te sirve para saber qué quieres o qué no quieres hacer. Y es que el

«emprender no hay que plantearlo como llegar a una cima, sino como un camino, como etapas durante las que disfrutar».

Emprendimiento en la arquitectura

¿QUÉ NECESITAS PARA EMPEZAR?

Aprendizajes del emprendimiento

Cuando empiezas, lo que realmente necesitas es creerte lo que estás haciendo, ya que tienes un valor añadido frente a la competencia y tienes que saberlo para comunicarlo.

Para mí no ha sido tan complicado emprender, porque he podido disponer durante dos años de un espacio en la universidad, donde no he tenido que pagar alquiler ni internet, he tenido todas las comodidades para que yo pudiera empezar.

En realidad no creo que sea tan complicado, pero hay que asesorarse antes de lanzarse: qué tipo de empresa, que gastos asociados hay para calcular cuántos proyectos necesitas para cubrirlos… Es importante estar atentos a ayudas y tener un dinero ahorrado para subsistir porque durante un tiempo no tienes un volumen enorme de clientes y proyectos.

En mi caso pude compensar ese número más bajo de proyectos gracias a las maquetas.

INICIOS Y PRESUPUESTOS

A mí se me daba fatal presupuestar, porque era de ‘si no tengo experiencia, ¿cómo voy a cobrarle?’. Al principio no se tiene la confianza suficiente para poner el precio que realmente consideras y se presupuesta mal. Poco a poco te vas valorando y vas reconociendo que haces un buen trabajo y que tienes que cobrarlo. En el proceso también hay que aprender a que te van a rechazar en algunas cosas y no pasa nada. En nuestro caso hemos presupuestado muchas cosas que no han aceptado porque nos han visto jóvenes, porque creían que teníamos poca experiencia…

«Poco te vas valorando y vas reconociendo que haces un buen trabajo y que tienes que cobrarlo».

bodega_doussart_crux (1)

EMPRENDER ES APRENDER

A poner tiempos, precios… eso no te lo enseñan en la carrera.

Al principio presupuestábamos muy rápido, pero ahora me lo pienso mucho, porque vas a hacer un presupuesto de un trabajo que vas a hacer durante mucho tiempo. Por eso tienes que saber cuánto vale tu hora, y cuántas horas vas a dedicarle, porque no sabes si se va a prolongar en el tiempo porque al cliente le cuesta mucho decidir, por ejemplo.

También tienes que saber cuál es tu precio y tus costes y mantenerte cuando te regatean, porque estás ofreciendo una serie de cosas: reuniones, reestudiar las cosas…

Raquel_Sola_14

-ÁLEX: Desde que nos valoramos como toca, como creemos que nos merecemos, ese cliente que te ve como un trámite, un profesional que firme el proyecto, no aparece porque aportamos un plus y eso se paga y se va a otro que sea más barato.

-RAQUEL: Yo siento que mi trabajo no es rellenar documentación, sino aportar valor, por eso estamos más volcados en la parte creativa.

-ÁLEX: También influye que ahora tenemos un portfolio, pero antes no podíamos enseñar nada y por eso presupuestábamos más bajo. Aunque a veces es contraproducente porque si presupuestas bajo, valoras menos tu trabajo.

DEJARLO TODO

Hay muchos momentos de duda, sobre todo al principio: cada vez que cierras el trimestre o haces la renta. Hay que asumir que la primera etapa supone una gran parte de inversión de tiempo y dinero: trabajas más, te valoras menos y presupuestas mal, no tienes mucha experiencia y no te has dado a conocer, tienes menos encargos… y puedes echarte para atrás o seguir hacia adelante. Pero año a año vas viendo cómo va mejorando todo, aunque no sea lo que esperabas. Ahora ya nos planteamos contratar a alguien, e igual no ha llegado tan rápido como esperábamos, pero ha venido al ritmo que tenía que ser.

- A: Hemos hecho concursos para la administración cuando hemos visto que no teníamos tantos clientes privados… pero han habido momentos duros. Hemos visto como compañeros estaban trabajando a esos precios y se estaban matando a trabajar… y nosotros teníamos y tenemos claro que no queríamos eso.

-R: Por eso no apostamos todo a una sola carta. Al principio, eran también las maquetas, y cuando pudimos dejar las maquetas, pasamos a otra cosa. También teníamos la agricultura, que era un apoyo. Y ahora tenemos la casa rural, que nos va a ayudar a tener unos ingresos constantes, porque en este momento tenemos bastantes proyectos y de forma constante, pero no sabemos cómo va a ir el año que viene.

Aún así, también nos hemos planteado dejarlo todo para buscar algo más estable, que  dé menos dolores de cabeza. Pero cuando ocurre es necesario reautofirmarte y decir:  esto es lo que quiero, y mientras sigan saliendo cosas, seguiré hacia adelante.

«Sentirse frustrado o replantearte las cosas es constante cuando emprendes, y en la vida en general».

¿Crees que habéis llegado al éxito? ¿o cuándo llegaréis?

Todo depende de cómo analicemos esa palabra. Éxito es hacer lo que te gusta todos los días. Yo creo que cuando sea mayor me voy a sentir súper orgullosa de lo que estoy viviendo, y para mí eso ya es éxito. Poder decir he trabajado de lo que me gusta. Y tampoco sé cuánto va a durar, pero con la situación que hemos tenido es normal vivir con esa incertidumbre. Pero creo que he llegado al éxito, tampoco aspiro a hacer rascacielos; para mí el cliente perfecto ese ese que tiene sus ahorros y sus ilusiones.

(*) Todas las fotos de edificios son proyectos realizados por Crux Arquitectos y fotografiados por Milena Villalba.Por orden, aparecen la Casa 3×3, la casa JES y la Bodega Dussart Pedrón.

El resto de fotos están realizadas por mí, cuando Teo, el tercer miembro del equipo, todavía no había llegado al mundo.