Dilemas sobre el trabajo

«Si no quieres dedicar todas tus horas a trabajar, es que no te gusta tu trabajo. Para mí el trabajo no es trabajo».

Hoy me han dicho esto, pero yo todavía no sé qué significa para mí el trabajo. Si pienso en el futuro tengo claro que quiero trabajar menos horas. Sueño con despertarme sin despertador, con desayunar tranquila al sol sin prisas ni horarios. Ese es mi sueño.

¿Si deseo esto significa que ya no me gusta mi trabajo? No lo sé. Me duele pensar que no me gusta mi trabajo, me da miedo. Pensar en lo mucho que me ha costado llegar hasta aquí para seguir sin tener claro si quiero estar aquí.

Hay pocos días en los que no sienta que me fuerzo a encajar en un corsé que me ahoga. Hay días que me gustaría no vivir, solo para no formar parte de este juego, esta pelea por demostrar quién es mejor. Deseo con todas mis fuerzas solo vivir, no me gusta las preocupaciones, tener que pensar que si no demuestro que soy suficiente buena puede ser que llegue un día en el que no tenga para comer.

Tal vez si alguien leyese estas palabras pensará que soy una vaga, que no me gusta trabajar ni hacer nada, que solo me gusta holgazanear como buena cigarra que soy. Pero en verdad no, ¿o la verdad es que sí? Ya no tengo nada claro, aunque en el fondo de mí algo me dice que si no tuviese nada que hacer, lo haría todo, pero habiéndome liberado de la presión constante por hacer, por mostrar, por merecer.

No tengo claro si estoy donde quiero estar, si mi trabajo es el trabajo de mis sueños, pero me da miedo dudarlo; porque si dudo de ello mientras me dedico a eso es como si fuera una impostora; alguien quien dice trabajar poniendo su alma pero ni tan siquiera sabe si su alma quiere estar en esto.

También me pregunto si no tuviera miedo qué pasaría. ¿Si no sintiera constantemente que no soy suficientemente buena podría disfrutar de lo que hago? Hago muchas cosas pero no consigo definirme con ninguna. ¿Quién soy? ¿qué soy? ¿dónde estoy? ¿a dónde voy?

Si realmente lo pienso, sé que todo es fruto del miedo, miedo a permitirme. Miedo a permitirme no tener las cosas claras, miedo a permitirme fluir, miedo a permitirme jugar, miedo a permitirme fallar, miedo a permitirme disfrutar…

Me pregunto si no tuviese que pagarme nadie por lo que hago, porque ya tengo todo lo que necesito, ¿haría lo mismo que ahora?